La mañana del lunes trascendió que el millonario Ricardo Fort falleció de un paro cardiaco justo cuando estaba a punto de someterse a una cirugía en su fémur para arreglar una fractura. El excéntrico argentino pagó el precio más caro por su afán con los procedimientos estéticos. El hombre de 45 años se hizo unas 27 operaciones sólo para mejorar su aspecto, algunas tan riesgosas como un implante en su rostro y pómulos, torso y hasta tres centímetros en sus talones para ser más alto.
Por Manola Urquiza | Dale Rewind / La Nación / Yahoo Noticias
Es muy probable que estos procedimientos para lucir mejor le afectaran de otras maneras. Su consumo de analgésicos era problemático y en sus últimos años sufrió de dolores crónicos de espalda y rodilla, lo que también lo llevó a los quirófanos múltiples veces. En 2010 le colocaron seis tornillos de titanio y dos espaciadores en su rodilla izquierda. En septiembre de 2011 tuvo que ser intervenido para revisar 15 clavos en su columna vertebral. Al mes siguiente casi se queda en la mesa operatoria cuando sufrió una arritmia en pleno procedimiento y se interrumpió la cirugía.
Fort estuvo afligido también por una úlcera en el duodeno que se le perforó y tuvo que ser operado de emergencia por una peritonitis. En septiembre pasado su espalda volvió a darle problemas y le implantaron 16 tornillos de titanio en la columna y dos varillas. También le implantaron anillos de metal para separar sus vértebras y evitar el desgaste de sus discos. Su más reciente lesión fue la que no sobrevivió y le comunicó a sus seguidores su fractura en el fémur vía Twitter el pasado 17 de noviembre.
En la mañana del lunes antes de ser intervenido en el sanatorio La Trinidad en Buenos Aires, falleció.