La cantante mexicana confiesa que no pudo ver completa la cinta en la que Christian Keller refleja parte de su pasado
IVÁN ZAMBRANO / EL NACIONAL
Gloria Trevi contesta el teléfono, pero no se escucha bien. Hay interferencia. Promete quedarse quieta durante los 10 minutos que concede de entrevista para que el único ruido que se cuele en la llamada sea el que esconden algunos episodios de su pasado, esos que aún la conmueven.
La cantante mexicana considera que, con buenas y malas escenas, su vida ha sido De película, como se titula la gira con la que se presentará este mes en Caracas y Valencia.
—¿Qué fue lo primero que pasó por su mente cuando le propusieron venir a Venezuela?
—Lo primero que vino a mi mente fue un recuerdo muy lindo. La última vez que viajé a ese país ofrecí un concierto en Barquisimeto el día de mi cumpleaños. El público me cantó y me dieron un gran regalo. Amo con locura a la gente de Venezuela. No podían quedar fuera de mi nueva gira.
—¿Presentará el mismo show que en otros países?
—Vamos con todo y algo más. Cantaré temas que no he interpretado en otros lugares. Mezclaremos amor, acción, fantasía, por eso el nombre cinematográfico de la gira: De película.
—¿Cuántos días estará en Venezuela?
—No muchos, máximo cuatro días. Llegaré un poquito antes para disfrutar algunas de las cosas lindas, los fans y la comida. ¿Qué platos típicos me recomiendas?
—Reina pepiada, pabellón, cachapa de pernil…
—No me digas más que voy a salir rodando, soy muy comelona.
—¿Qué novedades habrá en el concierto?
—Empezando por los 18 cambios de vestuario que ni los van a sentir, son transformaciones que se dan sobre el escenario. También llevo un cuerpo de bailarines que hará delirar a hombres y mujeres.
—El público venezolano también espera el estreno de Gloria de Christian Keller. ¿Qué le pareció la interpretación de la actriz Sofía Espinoza en la película sobre su vida?
—Tomando en cuenta que no nos conocimos, hizo un buen trabajo. No pude verla completa porque me hizo llorar muchísimo. Pero deja un buen mensaje, muestra cómo seguí adelante.
—Usted no estaba de acuerdo con la realización del filme en un principio. ¿Qué le hizo cambiar de opinión?
—Querían quedarse con los derechos de mi vida. Yo quiero contar lo que pasó antes y después del escándalo. La lucha por los sueños, las manipulaciones y los abusos, pero también cómo salí de ahí. Al final me devolvieron los derechos de mi vida, que son una herencia para mis hijos.
—¿Quisiera que sus hijos vieran la película?
—Cuando tengan la edad apropiada.
—¿Dirigiría una película autobiográfica?
—No podría dirigirla, me haría llorar demasiado, tal vez alguna parte. ¿Por qué me haces esa pregunta tan difícil? La mejor película de mi vida es la que estoy haciendo día tras día, en la que Venezuela tendrá un papel importante.
—Cuando era adolescente decía que si no hubiera sido cantante, le hubiera gustado ser presidente de su país. ¿Sigue teniendo esas aspiraciones?
—En ese momento pensaba que si me convertía en reina o presidente de mi país podría hacer muchas cosas por la gente. Pero en realidad no me siento tan atraída por la política, exige demasiados compromisos. Prefiero más la labor social.
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